Ya empieza a notarse el calor del verano en Málaga, como sabéis siempre se adelante a mediados de mayo, debido al calor y al buen tiempo que solemos tener en la Costa del Sol. Sois muchos los que ya vais acudiendo a la playa a daros el primer chapuzón y tomar un poco el sol, por eso os ofrecemos algunos consejos de limpieza para este verano, con el fin de que cuidéis correctamente vuestros trajes de baño, toallas y utensilios que soléis llevar a la playa para que os duren otro verano más.
Lavar las toallas de la playa
En primer lugar vamos a ver como debemos lavar las toallas de la playa y de la piscina, pues debemos cuidarla si queremos darle usos.
Debido a la sal y al cloro, bikinis y toallas se estropean si no las lavamos. Para limpiar las toallas tenemos que tener en cuenta, en primer lugar, la etiqueta de la prenda. Normalmente se recomienda un detergente suave y programa corto en frio, puesto que se lavan de forma diaria y pueden desgastarse con facilidad.
Para que no se decoloren, podemos echar un chorrito de vinagre en el aclarado. Además así, nos ahorraremos el suavizante. Para secarlas lo mejor es a la sombra.
Limpiar las manchas de crema solar
Si, por otro lado, alguna de tus prendas se ha manchado de crema solar, no deberían suponer ningún problema.
Existen varias formas para quitar manchas de crema del sol de la ropa como meter las prendas en un barreño con agua caliente y una taza de vinagre blanco, respetando la temperatura máxima que soporta la ropa, durante 30 minutos. Después puedes lavar de la forma habitual en la lavadora.
Otra forma para eliminar estas manchas, consiste en frotar en seco con un jabón neutro y después introducirlo en un barreño de agua tibia con zumo de un limón y un puñado de sal. Lavamos la prenda a mano y aclaramos. Después, si la prenda no es de colores vivos, la dejaremos secar al sol.
Pero si lo nuestro no son los remedios naturales, podemos utilizar un quitamanchas enzimático, como los que se usan para quitar las de sudor, sangre, leche…
Cómo limpiar zapatos y sandalias
Los zapatos, en general, necesitan otro tipo de cuidados. Las chanclas de verano, según sean, necesitarán unos cuidados más específicos.
Los principales problemas que podemos encontrar a la hora de limpiar sandalias y chancletas son el olor y las manchas que producen la arena o tierra. Además, el uso continuado con el calor y la humedad pueden producir bacterias que desarrollen enfermedades en los pies. Para evitarlo es esencial limpiar el calzado regularmente.
Si son de tela o plástico, en su mayoría, se pueden meter en la lavadora, y no requieren más cuidados que aplicar un desodorante una vez secas.
Si, por el contrario, son de piel no es recomendable meterlo en la lavadora y lo mejor es seguir un sistema de limpieza a mano.
Para eliminar la suciedad de la parte exterior pasaremos un trapo húmedo con un jabón apto para piel o un poco de leche limpiadora facial. Frota suavemente por toda la piel y después haz lo mismo con el interior.
Una vez limpias las sandalias, aplica una capa de crema de zapatos incolora para impermeabilizar el calzado (o un producto específico en caso del cuero) para evitar que la humedad afecte. Por último puedes espolvorear la suela interior con polvos de talco o desodorante para calzado.
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