El verano nos ayuda a la limpieza y mantenimiento de nuestras ventanas y persianas, aprovechando el buen tiempo y antes de que lleguen las habituales lluvias del otoño e invierno.
Las persianas deben de limpiarse con mucho cuidado, ya que cualquier rotura de la cinta puede provocar que la persiana deje de subirse o bajarse, por lo que baje la persiana y con un trapo húmedo, sin agentes abrasivos, páselo con cuidado por las persianas, retirando de este modo la suciedad acumulada.
Una vez finalizada esta acción, realice el mismo procedimiento pero con un paño seco, así te asegurarás su limpieza antes de volver a enrollarla. Recuerda que los días de vientos y lluvia es recomendable que bajes la persiana.
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