En primer lugar, los muebles de cuero deben estar en un lugar adecuado, puesto que no debe darles el sol directo si no queremos que se deterioren, por lo que hay que alejarlos del sol u otras fuentes de calor, como los radiadores, pues pueden provocar la aparición de grietas en la piel.
Mensualmente, el cuero hay que cuidarlo. Sea con aceites o ceras especificas, se debe nutrir para asi mantenerlos brillantes y flexibles. Un truco casero es usar leche hidratante.
Si existe alguna mancha se debe eliminar antes de aplicar la cena o aceite, sino, se quedará la mancha. Estas manchas se pueden limpiar con algodón impregnado en cerveza o huevo batido.
Una nota muy importante para no olvidar, es no utilizar productos que tengan alcohol o disolventes fuertes, pues pueden comerse el color.
Pero si quieres probar algún producto nuevo, te aconsejamos que lo pruebes en una zona del mueble que no se vea.
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