Las primeras murallas malagueñas comenzaron a construirse hace aproximadamente 25 siglos. En el momento en el que los cartagineses comenzaron a enzarzarse con los romanos en las guerras púnicas.

La Puerta del Mar

Esta Puerta fue la más importante que se abrió en la muralla, la cual conformó el perímetro de la ciudad malagueña.

Junto a La Puerta del Mar, a comienzos del siglo XVI se construyó una pequeña capilla consagrada a Nuestra Señora de Puerto Salvo, que servía, entre otras cosas, para guiar durante la noche a los buques que deseaban atracar con sus embarcaciones en el gran playazo que se situaba en dicha zona.

Asimismo, para facilitar la conexión del interior de la ciudad con el gran arenal frontero al mar, a finales del siglo XV se abrió la calle Nueva, recibiendo dicho nombre al ser la primera que rompió la intrincada trama urbana musulmana de Málaga.

Importancia marítima y comercial

Después de que la población fuera conquistada por los árabes, se comenzó a rebasar las murallas y la Puerta del Mar se fue quedando cada vez más atrás. En sus inmediaciones se construyó una pequeña aduana, y cerca de ella, se le concedió al marino vasco Arriarán una parcela, en la que construyó una manzana de casas, la cual recibió el nombre de ‘isla de Arriarán’.

Además, en el espacio contiguo a dicha isla, se situó el ‘rollo’, un lugar donde se ajusticiaba a los condenados a muerte de forma pública.

A pesar de todo, La Puerta del Mar se consagró como un amplísimo espacio que llegó a alcanzar una gran importancia marítima y comercial.

Actualmente, esta zona es donde se encuentra el Edificio Edipsa, un singular Palacio que perteneció a la familia Ugarte – Barrientos. ¡Le invitamos a conocerlo!

 

*Información extraída de diariosur.es