La época estival suele ser propicia para reuniones familiares, de amigos, etc, y con ellas suele ser habitual comer en exteriores. En la mayoría de las ocasiones, las barbacoas son las reinas de las fiestas, donde numerosos alimentos, bastante grasientos en su mayoría, son hechos al carbón.
Pero no todo son alegrías si eres el anfitrión: te toca limpiarla. En éste artículo os presentamos la forma de limpiar la barbacoa y que nos quede siempre como nueva.
- Lo mas importante que debemos tener en cuenta, por encima de todo, es extremar la precaución si la barbacoa está ya encendida. El fuego y los productos de limpieza no son buenos compañeros.
- En primer lugar, antes de encender la barbacoa, se debe limpiar la zona dedicada a ubicar el carbón o la leña, normalmente sólo se trata de ceniza y es suficiente recogerla con un cepillo.
- El siguiente punto a limpiar es la rejilla o parrilla. Estos elementos suelen tener grasa requemada y adherida que es difícil de quitar con un estropajo normal. Un truco es utilizar algún elemento con más capacidad abrasiva y a ser posible en caliente. Para ello, por ejemplo, si la rejilla es de quita y pon, podemos ponerla un poco en el fuego y posteriormente con cuidado retirarla y utilizar nuestra piedra de limpieza o nuestro cepillo especial para planchas para que la suciedad incrustada se elimine con facilidad.
- Es de vital importancia utilizar protección adecuada para cualquier tarea con barbacoas y otros elementos de la cocina que impliquen fuego. Para ello recomendamos utilizar un guante especial para hornos que permite la manipulación de elementos calientes ya que resiste temperaturas de hasta 360º centígrados.
- Como paso final recomendamos untar un poco de aceite de oliva la parrilla o rejilla de nuestra barbacoa, esto evitará los procesos de oxidación del metal.
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