Si tenemos a nuestro perro bien educado, este problema no debería ocurrir nunca, pero si tenemos un cachorro, es fácil que surja algún percance con su orina en casa, por lo que hoy os damos las claves para conocer la mejor manera de limpiar la orina de perro de las alfombras.
Antes de nada debes tener en cuenta que:
- Repelentes: no siempre funcionan pero podemos probarlos para evitar este tipo de accidentes.
- Bicarbonato: se trata de uno de los remedios más efectivos para eliminar tanto las manchas como el olor de la orina de nuestro animal.
- Adiestramiento: la educación del animal es básica para evitar estos problemas.
Generalmente los perros suelen esperar a que les saquemos a pasear para hacer sus necesidades, sin embargo, si tenemos un cachorro o nuestro perro ya es mayor, o por otra serie de factores el perro orina en la alfombra, es necesario saber cuáles son los pasos a seguir para dejarla completamente limpia.
El bicarbonato de sodio nuestro mejor aliado
Lo primero que debemos saber es que la orina de nuestro animal es una mezcla de ácido úrico, colesterol, pigmentación amarilla, albúmina y proteína que puede conseguir la decoloración de la zona en la que ha caído.
Fibras como el nailon, la lana o la seda son las que más retienen la orina, por lo que serán las más afectadas.
La limpieza de este tipo de manchas debe hacerse en el mismo momento en el que se producen para que los resultados sean mucho mejores. Por eso es importante que se use primero un paño o una toalla para retirar el exceso de orina.
Además debemos evitar en lo posible que se impregne la base de la alfombra y la parte que cubre esta. Si hemos llegado tarde y la orina ya está seca, tendremos que aplicar una solución ácida y dejarla actuar unos 10 minutos.
Usar repelentes comerciales o caseros
Otra opción muy buena es la de aplicar bicarbonato de sodio en la zona repitiendo el proceso hasta que la orina y el olor de esta hayan desaparecido. No se trata de sobresaturar la mancha o de lo contrario lo que conseguiremos será esparcirla más.
Habrá que esperar a que la zona se quede completamente seca y entonces cepillaremos bien para eliminar cualquier resto y después pasaremos un paño seco.
Para evitar estos accidentes podemos usar repelentes que se venden en tiendas de animales, añadiendo también vinagre blanco (aunque no es la solución más recomendable por culpa del olor que deja), zumo de limón, pimienta de cayena o alcohol.
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