Los armarios de nuestras casas deben estar bien ordenados y sin humedad para salvarlos de las polillas, la larva es la que daña los tejidos y contra los que debemos luchar para conservar nuestra ropa. Existen diversas formas de prevenirlas, además podremos darle un toque de aroma personal a nuestros armarios.
En primer lugar pondremos las barreras necesarias para evitar todo tipo de humedades de una manera tan sencilla como:
- Colgar un bote de café previamente agujereado y lleno de carbón vegetal
- Introducir un saco pequeño que contenga una mezcla de arroz y sal
- Colocar un saco pequeño que contenga un manojo de tizas
Para acabar con las polillas existe en el mercado una amplia gama de antipolillas, pero podemos hacer frente a esta plaga con productos que todos tenemos en casa. Así, las repeleremos si distribuimos pequeños saquitos que contengan lavanda, que además aromatizará en interior del armario, o si colocamos pequeños paquetes que realizaremos envolviendo en papel de seda láminas de cáscara de naranja o aún más sencillo, introduciendo clavos de especia en los bolsillos de los abrigos.
Daremos el toque de aroma que más nos guste guardando una pastilla de jabón sin envoltura en el lugar que escojamos. Si además no llenamos el armario en exceso para evitar arrugas en la ropa y añadimos una distribución racional de nuestro vestuario, habremos conseguido nuestro objetivo: un armario ideal, libre de malos olores y polillas.
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