La planta del té es originaria de China meridional, se cultiva y consume desde hace 3.000 años. Existen más de 200 variedades de té, pero se pueden clasificar en 4 grandes generales:
- Té Verde: se usan sus hojas frescas, yemas y parte tierna del tallo. Sus propiedades: diurético, antioxidante, anti-cancerígeno, anti-tumoral, potenciador del sistema inmunológico, regulador intestinal. Contiene vitamina C y aminoácidos.
- Té Oolong o Rojo: se machacan sus hojas y se secan al sol, hasta su fermentación parcial. Su aroma es ahumado y resinoso. La variedad Pu erh baja los niveles de colesterol, la tensión y favorece la circulación. En un reductor de grasa muy efectivo y se usa en las dietas de adelgazamiento.
- Té Negro: es el té común y el más utilizado en Europa, EE.UU. y en algunos paises sudamericanos. Está compuesto de tanino y astringentes. Despeja la mente y alivia la fatiga.
- Té Blanco: es el más nuevo pero más difícil de obtener. Sus propiedades son mejores que todos los demás juntos. Procede de China, se cultiva en las altas montañas. De él se utilizan las flores con sus estambres (pelillos), que es donde se concentran más sus propiedades. Es anti-cancerígeno, anti-óxidante, aporta vitaminas C y E, fortalece el cabello, estimula las defensas, combate los radicales libres, anti-arrugas, anti-envejecimiento y disminuye niveles de azúcar en la sangre.
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